¡Que alegría estar juntos!

Juan Pablo II insistía que la Evangelización está llamada a ser nueva en su ardor, nueva en su expresión y nueva en sus métodos. Por eso, hemos creado este espacio virtual para nuestra catequesis parroquial.

Aquí encontrarás, los temas de los encuentros de catequesis, las estrategias y recursos pedagógicos que facilitaran el acompañamiento de los niñ@s y jóvenes en el crecimiento de su fe y compromiso de vida cristiana; sin dejar de lado otros aspectos que fortalecen nuestra vida cristiana, inclusive el humor.

Este es un espacio para informarnos, participar y proponer todo aquello que haga más rica la experiencia del itinerario de fe. Te invitamos a hacerlo tuyo. El párroco, las catequistas, los niñ@s y jóvenes itinerantes, la familia, formamos un solo equipo en el que compartimos nuestro amor por Jesús y, nuestro deseo de vivir intensamente el Evangelio en nuestra comunidad.

Así pues, los invitamos a hacernos comentarios, recomendarnos artículos interesantes, a mandarnos fotografías que muestren nuestro caminar en la fe. Este es nuestro correo:
sagradafamilia.parroquia@gmail.com


¡Qué alegría estar juntos!

P. Yerko Reyes B.

29 noviembre 2007

Vive como las flores

Este mensaje lo recibí por correo y vale la pena compartirlo.

Un día el discípulo, malhumorado por la mala voluntad de sus compañeros que estaban haciendo unos comentarios malintencionados, fue a consultar al Maestro y le preguntó:

- Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son MENTIROSAS y sufro con aquellas que calumnian.

- Pues, ¡vive como las flores!, advirtió el maestro.

-Y, ¿qué es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.

- Pon atención, esas flores, continuó el maestro, señalando unos Lirios que crecían en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.
Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse...
Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el BIEN.
¡Tu reto, es vivir como las flores!

18 noviembre 2007

Oración del Catequista

Señor Jesús, hemos sentido la llamada que nos has dirigido para ser catequistas en esta comunidad cristiana de la Sagrada Familia. Ayúdanos a regalar nuestro tiempo a los demás. Danos el gusto de intimar contigo. Haznos comprender la necesidad de la oración. Llénanos de la paz que prometiste a los apóstoles el día de la resurrección. Exhala también sobre nosotras la fuerza del Espíritu que enseña la Verdad, de verdad. Señor Jesús, que sepamos amar este hoy que nos toca vivir, que sepamos comprender a las personas y aceptarlas tal como son y donde están, que sepamos esperar serenamente la germinación de la semilla que sembramos en el corazón de los que te buscan. Señor Jesús, llena nuestras vidas de la alegría y del gozo que brota del anuncio del Reino; inspíranos las palabras, los gestos, las iniciativas que mejor abran los ojos de los que no te ven, de los que te buscan sin muchas ganas, de los que ni saben que existes, de los que se asoman con ganas, como Zaqueo, para rastrear tus pasos y abrirte la puerta de sus corazones. Señor Jesús, Gracias por llamarnos a ser hoy apóstol y catequista en tu Iglesia.

14 noviembre 2007

Así trabajamos

Dios da Señales


Está en inglés pero igual está bueno

08 noviembre 2007

"No les importa lo que sabes, hasta que saben que te importan"

Mis estimadas catequistas:

Tal vez has pensado en lo primordial que es preparar tus reuniones con dinámicas, juegos y estudios y has invertido tiempo en planearlos; quizas creas que lo importante es trasmitir un conocimiento, o que los niños y jóvenes aprendan algunas cosas indispensables de la fe, pero es imprescindible que te des cuenta que para que los niños y jóvenes se sientan interesados en lo que quieres ofrecerles, tú te intereses en ellos, pasando tiempo juntos, escuchándoles y haciéndoles sentir que estás ahí para apoyarles y amarles.

Jesús nos dio este "tip" por la manera cómo Él mismo se relacionó con sus discípulos.

¿Para qué ir a misa?

Uno de los muchachos me mando este mensaje a mi correo y ahora quiero compartirlo con ustedes. A mi en lo particular me pareció interesante, espero les guste.


Un asiduo asistente a Misa le escribió al editor de un periódico quejándose que no tenía sentido ir a Misa todos los domingos.

"He ido durante 30 años", escribía, "y durante ese tiempo habré escuchado como 3,000 sermones. Pero juro por mi vida que no recuerdo ni uno sólo de ellos. Por eso pienso que estoy perdiendo mi tiempo, y los sacerdotes también dando sermones".

Así empezó una controversia en la columna de "Cartas al Editor", para deleite del mismo editor. La misma que continuó por varias semanas hasta que alguien escribió lo siguiente:

- "Ya llevo casado 30 años. Durante todo ese tiempo mi esposa debe haber preparado 32,000 comidas, y juro por mi vida que no me acuerdo de ni un sólo Menú". Pero sí sé esto: Todas me alimentaron y me dieron la fuerza que necesitaba para hacer mi trabajo. Si mi esposa no me las hubiera preparado, estaría físicamente muerto el día de hoy. ¡De la misma manera, si no hubiese ido a la iglesia para alimentarme, estaría espiritualmente muerto en la actualidad!

Cuando estás desorientado y sin saber qué hacer: ¡Dios tiene algo para ti!-La Fe ve lo invisible, cree lo increíble y recibe lo imposible.

¡Gracias a Dios por nuestro alimento material y espiritual!

06 noviembre 2007

¿Quienes son los Actores de la Catequesis Parroquial?

Solemos pensar que los responsables de la catequesis de una parroquia son, el sacerdote y los catequistas. Creemos y muchas veces hacemos comentarios temerarios si la catequesis no funciona bien, si los muchachos no perseveran, o si no van mostrando frutos inmediatos de cambios.
En esta sección vamos a ir conociendo quiénes son los responsables naturales de la catequesis parroquial, cómo su integración, distancia, indiferencia, resistencias o integración plena favorecen o dificultan la labor de acompañamiento en la fe de los niños, jóvenes y adultos de una comunidad.

Nuestro primer actor o responsable de la catequesis es: LA COMUNIDAD.

“Cuando uno ha recibido su propio don, póngalo al servicio de los demás como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que habla, que lo haga conforme al mensaje de Dios; el que presta un servicio, hágalo con la fuerza que Dios le ha dispensado, a fin de que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo” (1Pe 4,10-11)

La comunidad cristiana posee la misión del anuncio de la fe, pues todos los bautizados deben transmitir y hacer fructificar el tesoro de la Buena Noticia, aunque la misión toma formas muy variadas donde cada uno está llamado a difundirlo según sus dones, historia, generación, e incluso sus inclinaciones.

Así podemos afirmar que la primera gran responsable de la catequesis será la comunidad, en la medida que posea una madurez tal de percibir como suyo el don de la fe, y provocar en sí misma la comunicación de esta fe, como madre y maestra que es.

Tiene como raíz su ser discípula y evangelizada , por lo que se convierte en una comunidad apostólica y misionera dentro de un contexto preciso de relaciones humanas que se expresan concretamente entre las casas y un territorio, esencialmente el parroquial.

Algunas experiencias esenciales que se deben tomar en cuenta y valorizar a nivel de comunidad son: la meditación de la palabra, las celebraciones –en especial la misa dominical-, la experiencia de fraternidad y comunión, experiencia de caridad y de servicio…

Por ende, una comunidad realmente de fe: afirmará la catequesis parroquial a través de las propias expresiones de fe privadas y públicas de sus integrantes; la oración, el servicio, el testimonio de caridad que la comunidad vive, las manifestaciones religiosas particulares, la buena voluntad para apoyar los procesos de formación… todo ello genera un espacio y ambiente propio para la catequesis. Lo contrario la dificulta, la entorpece, y la hace infructífera.

05 noviembre 2007

Plan de Vida

Comenzando el itinerario catequístico, te proponemos una herramienta espiritual, que te ayudará en tu camino de crecimiento en la fe, ésta es tu propio "Plan de Vida". Un plan de vida es necesario para lograr cambiar "esas cosas" que no te ayudan a ser feliz. También te ayuda cuando, sientes que puedes dar más de ti mismo, porque reconoces que hay mucho que dar y no sabes cómo. Es una herramienta sencilla de aplicar y que reporta muchos frutos, a corto, media y largo plazo.

Si de verdad quieres vivir como cristiano, con los ojos nuevos y la sensibilidad nueva que vas descubierto, te porponemos un medio adecuados para lograrlo.

En esto consiste el plan de vida personal: en fijarte tú mismo el plan y los medios que te ayuden a lograrlo. ¿Cómo se hace esto?

1. Escoge, en la presencia de Dios, de una manera concreta y precisa, una o dos cosas que te parezcan más urgentes, más importantes, más necesarias para ti en cada una de estas cuatro áreas de tu vida:

Vida escolar: trabajo personal, estudio, lecturas, clases, programaciones, ayuda a otros, responsabilidad, aprovechamiento del tiempo, relación con tus compañeros y profesores, espíritu de colaboración y servicio...

Vida familiar: relación con tus padres y tus hermanos, actitudes de ayuda en casa, obediencia a tus padres, muestras de cariño en casa, respeto, trato con los más pequeños...

Vida afectiva: relación con amigos, amigas, vivencias de la amistad y amor, relaciones con los chicos, problemas personales de sexualidad...

Vida espiritual: oración personal, crecimiento en la fe, vivencia de los valores del Evangelio, lectura de la Escritura, participación en los sacramentos: Eucaristía, Confesión...

2. Señala claramente, por escrito, y también de una manera concreta y precisa, cuáles son los medios concretos que tú creas que más te van a ayudar para lograrlo.

3. Escribe también cómo vas a revisar o a evaluar este plan de vida:

- Cada cuánto tiempo.
- Con quién: con algún buen amigo sincero que me sabe ayudar
con mi grupo
con mi catequista
con alguien del colegio (tutor, profesor, consejero)
- De acuerdo con él. Se lo voy a proponer cuanto antes.

Consejos muy importantes:

Es muy importante comentar con el amigo, catequista o alguien del colegio tu plan de vida. Él podrá aclararte dudas y orientarte para hacer una elección buena.

Es fundamental ofrecerle al Señor en alguna Eucaristía a la que asistas tu “plan de vida” y pedirle hoy y después constantemente que te ayude a vivirlo.

02 noviembre 2007

Humor

Señor, enséñame a servir con amor

Jesús quiero seguir tu camino.
Vivir alegre y dispuesto a servir a mis hermanos.
En el lugar que me pidas.
En mi familia, con mis amigos, en la escuela, en el club y en el lugar en el que vivo, junto a mis vecinos.
Quiero vivir atento a las necesidades de los demás.
En especial, muy atento a todas las personas que sufren.
Quiero ser como Tú, servidor de todos.
Ayúdame a lograrlo.


Amén

La Solidaridad en la vida diaria


1. Solidaridad en la Propia Familia
Al venir al mundo, el hombre no dispone de todo lo que es necesario para el desarrollo de su vida corporal y espiritual; necesita de los demás para desarrollarse armónicamente.
El hogar constituye un medio natural para la iniciación del ser humano en la solidaridad y en las responsabilidades comunitarias.
Los padres deben enseñar a los hijos a guardarse de los riesgos y las degradaciones que amenazan a las sociedades humanas.
El hogar es un lugar apropiado para la educación de las virtudes, requiriendo para ello el aprendizaje de la abnegación, de un sano juicio, del dominio de sÍ, condiciones de toda libertad verdadera, enseñándole a los hijos a subordinar las dimensiones materiales e instintivas a las interiores y espirituales.
Esta educación se hace ya cuando los miembros de la familia se ayudan a crecer en la fe mediante el testimonio de una vida cristiana de acuerdo con el Evangelio, otorgándose todos y cada uno la ayuda mutua en solidaridad cristiana.


2. Solidaridad con los Amigos
La verdadera solidaridad con los amigos es prestarle un apoyo incondicional y ayudarles a vivir de acuerdo a las normas y principios del Evangelio.


3. Solidaridad en la Escuela
La Solidaridad en la escuela implica el respeto por todas las normas educativas del plantel, así como también la participación activa en todos sus proyectos, el respeto y colaboración con todo el personal docente, con los demás alumnos, con los compañeros de clase para promover un clima de fraternidad donde se valoren los principios de fraternidad, buscando siempre la verdad y el bien de toda la comunidad educativa.


4. Solidaridad con los Necesitados
El interés y la preocupación por todos aquellos hermanos que sufren necesidades físicas, así como morales, han de incentivarnos a procurar socorrerlos dentro de nuestras posibilidades, con una acción firme y decidida en unión de la colectividad a la cual pertenecemos.
Las diferencias entre las personas obedecen al plan de Dios que quiere que nos necesitemos los unos a los otros para que alentemos la vivencia de la caridad.


5. Solidaridad en Relación al Medio Ambiente
La creación pertenece a todos por igual y compromete a todos por igual a fin de garantizar un medio ambiente consonó con el desarrollo físico de los bienes de la tierra. A nadie le es lícito perturbar el equilibrio eco lógico en beneficio propio.

Nosotros como catequistas,
· ¿De qué manera podemos vivir la solidaridad?

· ¿Cómo podemos motivar a nuestra familia, amigos, a nuestro grupo de catequesis a tomar acciones concretas en donde expresemos vivamente la solidaridad, a ejemplo de Jesús?

La Solidaridad: Cuento


LA LEYENDA DEL CUCHARÓN



Hacía mucho tiempo que no llovía en la comarca. El clima era tan caliente y seco que las flores se marchitaban, la hierba estaba calcinada y parda, y aun los árboles grandes y fuertes estaban muriendo. El agua se secaba en los arroyos y ríos, los manantiales estaban secos, las fuentes dejaron de burbujear. Las vacas, los perros, los caballos, los pájaros y todas las personas estaban sedientos. Todos se sentían incómodos y enfermos.

Había una niña cuya madre enfermó gravemente.

-Oh -dijo la niña-, si tan sólo encontrara agua para mi madre, sin duda ella se repondría. Debo encontrar agua.

Tomó su taza de hojalata y partió en busca de agua. Al cabo del tiempo encontró una pequeña fuente en una ladera. Estaba casi seca. El agua goteaba muy despacio desde abajo de la roca. La niña sostuvo la taza y recogió unas gotas. Aguardó un largo, largo tiempo, hasta que la taza se llenó de agua. Luego bajó la cuesta de la montaña sosteniendo la taza con mucho cuidado, pues no quería derramar una sola gota.

En el camino se cruzó con un pobre perro que apenas podía caminar. Respiraba entrecortadamente y la lengua reseca le colgaba de la boca.

-Pobre perrito -dijo la niña-, estás tan sediento. No puedo seguir de largo sin darte unas gotas de agua. Si te doy sólo un poco, aún habrá suficiente para mi madre.

Así que la niña vertió un poco de agua en la mano y le ofreció al perro. Él lamió rápidamente y se sintió mucho mejor, de modo que se puso a menear la cola y ladrar, como si le diera las gracias. Y la niña no lo notó, pero su cucharón de hojalata se había convertido en un cucharón de plata y estaba tan lleno de agua como antes.

Se acordó de su madre y echó a andar a toda prisa. Cuando llegó a casa casi anochecía. La niña abrió la puerta y subió rápidamente a la habitación de su madre. Cuando entró en la habitación, la vieja criada que ayudaba a la niña y su madre, y que había trabajado todo el día para cuidar de esa mujer enferma, se acercó a la puerta. Estaba tan fatigada y sedienta que apenas podía hablar.

Dale un sorbo de agua -dijo la madre-. Ha trabajado con ahínco todo el día y la necesita mucho más que yo.

Así que la niña le acercó la taza a los labios y la vieja criada bebió un sorbo de agua. De inmediato se sintió mucho mejor y se acercó a la madre y la alzó. La niña no notó que la taza se había convertido en una taza de oro y estaba tan llena de agua como antes.

Luego acercó la taza a los labios de la madre, que bebió y bebió. ¡Oh, se sentía mucho mejor! Cuando hubo terminado, aún quedaba un poco de agua en la taza. La niña se la iba a llevar a los labios cuando oyó un golpe en la puerta. La criada la abrió y se encontró con un desconocido. Estaba pálido y sucio de polvo.

-Tengo sed -dijo-. ¿Puedo beber un poco de agua?

La niña dijo:

-Claro que sí, sin duda la necesitas mucho más que yo. Bébela toda.

El desconocido sonrió y tomó el cucharón, que de inmediato se convirtió en un cucharón de diamante. Lo dio vuelta y toda el agua se cayó al suelo. Y donde caía el agua burbujeó una fuente. El agua fresca fluía sin cesar, agua de sobra para la gente y los animales de toda la comarca.

Mientras miraban el agua se olvidaron del forastero, pero cuando miraron se había ido. Creyeron verle desaparecer en el cielo... y allá en el cielo, alto y claro, brillaba el cucharón de diamante. Todavía brilla en lo alto, y recuerda a la gente la niñita que era amable y abnegada. Se llama el Gran Cucharón.




* En inglés, Big Dipper (Gran Cucharón) es otro modo de denominar la constelación de la Osa Mayor.
Versión de J. Berg Esenwein y Marietta Stockard